Los chinos están próximos a sorprender al mundo con un sistema de transporte sobre la superficie, al que han llamado "tren túnel", el cual reducirá sustancialmente los incómodos atascos y todo lo que estos implican.
Se trata de una plataforma de 6 metros de ancho y entre 4 y 4,5 metros de alto, en forma de U al revés, que se puede desplazar sobre rieles o sobre el suelo corriente y -lo verdaderamente revolucionario- permite el paso, por debajo, de autos de máximo dos metros de alto, de modo que, en movimiento o estacionado, no causará traumatismo alguno en la vía y evitará los incómodos trancones.
El desplazamiento es por rieles -no los tradicionales, que sobresalen, sino a ras del piso, lo cual no obstaculiza el paso de los vehículos que van por debajo-, que, por el enorme peso que soportan, impedirían que se presentara el caos del suelo que enfrenta, por ejemplo, TransMilenio, por las maltrechas losas.
El peso de la mole queda muy compensado en los mencionados rieles. Además, existe la posibilidad de correr dentro de unas líneas en el suelo, asociadas a un preciso piloto automático, que 'lo obligan' a no salirse de ellas.
Dispondrá de un rayo láser y de unas sondas ultrasónicas, que impedirán el acceso de automóviles de más de dos metros de altura.
Para abordarlo, se usa el mismo sistema de TransMilenio, es decir, las estaciones se construyen en el separador de la vía, lo cual evita la congestión debida a la cantidad de pasajeros.
La comodidad es comparable a la de un avión y cada tren podrá transportar entre 1.200 y 1.400 pasajeros.
En caso de algo fortuito, como un accidente, sus paredes, automáticamente, se abren y se convierten en deslizaderos, idénticos a los de los aviones, para que los usuarios puedan evacuar el tren sin ningún problema.
Por otro lado, la contaminación ambiental se reduce en 30 por ciento, pues es movido con energía eléctrica y solar.
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